Los empleados gritaron: “¿La casa de quién? ¡Nuestra casa!” según un tuit del sindicato, y portaban carteles que decían “Última gota” y “¡Exigimos respeto!”.

Otros huelguistas se han unido a la línea de piquete en muchas escuelas en todo el distrito en expansión.

Los esfuerzos de última hora del lunes no lograron evitar la huelga que cerró las escuelas públicas de Los Ángeles, interrumpiendo el aprendizaje, los servicios vitales de alimentación y la vida cotidiana de unos 420.000 niños y sus familias en el segundo sistema escolar más grande del país.

Había esperanza de evitar la huelga en base a conversaciones informales durante el fin de semana y la mediación que se reanudó el lunes entre el distrito escolar y el sindicato que lidera la huelga, el Local 99 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios.

El sindicato representa a algunos de los trabajadores con salarios más bajos del distrito, incluidos conductores de autobuses, ayudantes de maestros, asistentes de educación especial, ayudantes de seguridad, conserjes y trabajadores del servicio de alimentos. El sindicato exige un aumento salarial del 30 por ciento, más 2 dólares más por hora para los trabajadores con salarios más bajos.

Para el sábado, la oferta del distrito, según sus líderes, era un aumento acumulativo del 23 por ciento, comenzando con un dos por ciento retroactivo a partir del año escolar 2020-21 y terminando con un 5 por ciento en 2024-25. El paquete también incluiría una bonificación única de tres puntos para aquellos que han trabajado desde 2020-21, junto con horarios ampliados, más puestos de tiempo completo y una mejor elegibilidad para la atención médica.

United Teachers Los Angeles, que representa a maestros, enfermeras, terapeutas, consejeros y bibliotecarios, ha instado a sus miembros a hacer huelga en apoyo del Local 99.

El director ejecutivo del sindicato, Max Arias, dijo que el objetivo principal del Local 99 ha sido aumentar el salario promedio anual de los miembros de 25,000 a 36,000 dólares.