Viven en un mundo paralelo: la administración de Biden alardea de que puede "permitirse dos guerras más"
La secretaria del Tesoro de la administración de Joseph Biden se refirió a la posibilidad de continuar enviando ayudas financieras para Israel y Ucrania, y alardeó de una supuesta holgura fiscal que realmente no existe. El déficit del Gobierno federal es el más alto de la historia del país en tiempos de paz y sin recesión.
La secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, virtualmente la ministra de Economía de Joe Biden, Janet Yellen, afirmó sin tapujos que el Gobierno federal está en condiciones de ampliar todos los paquetes de ayuda financiera para Israel y Ucrania, en caso de que los conflictos se profundicen en los próximos meses.
Cutting funding for tax enforcement will only benefit wealthy tax cheats and corporations that aren’t paying what they owe, and it will raise the deficit. Tying those cuts to critical support for Israel and other national security priorities is irresponsible. pic.twitter.com/S7HiJamAwM
— Secretary Janet Yellen (@SecYellen) November 3, 2023
“Estados Unidos ciertamente puede darse el lujo de apoyar a Israel y apoyar sus necesidades militares y también podemos y debemos apoyar a Ucrania en su lucha contra Rusia”, afirmó la economista demócrata.
“Definitivamente pueden permitirse dos guerras más“, aseguró en un intento por llevar calma a los mercados que ven con malos ojos la masiva expansión del gasto público para apoyar a Ucrania y a Israel en sus conflictos armados, e incluso el masivo paquete “humanitario” que confirmó Biden para Palestina.
Estas declaraciones no hacen justicia a la verdadera y delicada situación fiscal que actualmente enfrenta Estados Unidos. El déficit del Gobierno federal (excluyendo los Estados locales) superó los 2 billones de dólares entre mayo y julio. Para aclarar: billones en este caso en su concepción española, o sea un 2 seguido de doce ceros.
Esto es equivalente a un rojo financiero del 7,1 por ciento del PBI, una cifra alarmante y completamente anómala para Estados Unidos en tiempos de paz. Este tipo de desequilibrios sólo se registraron en las grandes guerras mundiales, o bien durante recesiones monumentales como la Gran Depresión de los años 30s, la crisis de estanflación en los 70s o la recesión internacional del año 2008.
La economía de Estados Unidos logró superar la recesión y actualmente ostenta un robusto crecimiento que recuperó la tendencia previa a la pandemia, pero sin embargo el déficit del Gobierno federal permanece en máximos históricos.
La administración Biden es directamente responsable del desastre fiscal. El programa de rescate de deudas estudiantiles desequilibró por completo las finanzas del Estado desde agosto del año pasado, y la incipiente corrida bancaria a principios de este año obligó al Tesoro a desembolsar millones de dólares a cuenta del seguro de depósitos para las instituciones afectadas.
Y si bien la Corte Suprema estadounidense decidió sabiamente revocar el programa de rescate de préstamos estudiantiles con vigencia en agosto de este año, el déficit aún sigue superando los 7 puntos del PBI.
La oposición republicana logró imponer un profundo recorte de gastos para el año fiscal 2024, el cual comenzó a regir desde el 1° de octubre de este año. Estos recortes comenzarán a vislumbrarse en las estadísticas de los próximos meses, y permitirán mantener una tendencia hacia el equilibrio fiscal.
Sin embargo, Biden está activamente combatiendo este presupuesto en el Congreso, y mientras los republicanos intentan elegir un nuevo líder en la Cámara de Diputados, los demócratas aprovechan e intentar expandir el gasto arbitrariamente.
Los republicanos lograron prevalecer en su posición a cambio de levantar el techo legal de la deuda pública, evitando así un dramático default, pero al mismo tiempo previniendo el endeudamiento irresponsable que pretendía llevar a cabo la gestión de Joe Biden.