Aunque sin permiso para protestar, activistas insisten en marchar durante la Convención Nacional Demócrata en Chicago
Contra todo pronóstico y pese a no contar con permiso para protestar, un grupo de activistas quieren marchar, ser vistos y escuchados, en agosto, cuando la Convención Nacional Demócrata (DNC) se celebre en Chicago.
El grupo March on the DNC Coalition llevó a cabo una manifestación, el lunes, después de que se le negara el permiso de protesta antes de la Convención Nacional Demócrata.
Los líderes de la también llamada Coalición Marcha contra el Comité Nacional Demócrata se manifestaron frente al centro de audiencias de Chicago el lunes. Los inconformes dicen que están planeando manifestaciones que serán históricas.
La coalición solicitó permisos para protestar, pero se los negaron, ellos alegan que la ciudad ofreció una ubicación alternativa a casi 4 millas del United Center de Chicago.
Los activistas quieren ser escuchados por lo que buscan estar lo suficientemente cerca como para confrontar a los legisladores y enviar un mensaje a la administración del presidente Joe Biden, sobre los derechos de los palestinos en Gaza, entre otras demandas.
Los integrantes de la llamada Coalición Marcha contra el Comité Nacional Demócrata esperan que su mensaje llegue al escenario mundial.
Hatem Abudayyeh, cofundador y miembro del Comité de Coordinación Nacional de la Red Comunitaria Palestina de Estados Unidos (USPCN, por sus siglas en inglés), dijo que decenas de miles de palestinos viajarán a Chicago para unirse a las manifestaciones, ya sea que la ciudad niegue u otorgue un permiso.
Según la Policía de Chicago, el plan de seguridad considera el derecho a la libertad de expresión de los manifestantes.
Larry Snelling, superintendente de la Policía de Chicago, dice que la ciudad tiene experiencia en albergar eventos de plataforma nacional y que la estrategia se basará en lo que la policía aprendió durante la reunión de la OTAN en 2012.
Mientras que los manifestantes dicen que el evento de la OTAN de 2012 no fue una buena experiencia, y durante el Comité Nacional Demócrata de 1996, las manifestaciones quedaron relegadas a un espacio que calificaron de “humillante”.