Jimmy Fowler, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Houston, recalcó la gravedad de las próximas condiciones meteorológicas a The New York Times, afirmando: “Es una cantidad demencial de lluvia […] que parece seguir cayendo sobre la misma zona”.

Los informes sugieren que hasta cinco pulgadas de lluvia podrían inundar estas regiones en un periodo muy corto, agravando así la situación.

Detallando los patrones meteorológicos, Marc Chenard, pronosticador principal del Centro de Predicción Meteorológica, destacó que desde principios de mayo, la parte oriental de Texas recibió un 400 a 600 por ciento más de precipitaciones de lo normal.

Algunas localidades registraron hasta 20 pulgadas de lluvia, saturando el suelo y preparando el terreno para posibles nuevas inundaciones con cualquier precipitación adicional.

En lo que va de 2024, ciudades como Huntsville, en Texas, superaron su media anual de precipitaciones de 51 pulgadas.

Fowler señaló que incluso nuevas cantidades modestas de precipitaciones, de entre una y tres pulgadas, podrían desencadenar inundaciones inmediatas debido al terreno ya empapado.

A pesar de que el nivel de los ríos se mantiene por debajo de los máximos históricos registrados durante el huracán Harvey en 2017, las persistentes lluvias torrenciales obligan a las autoridades regionales a elevar la alerta por inundaciones al nivel 4, el más alto de su escala.

Este nivel significa un riesgo crítico de inundaciones potencialmente mortales, un estado confirmado por el Servicio Meteorológico Nacional el jueves por la mañana.