El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) envió equipos a Arkansas y Kentucky para evaluar la destrucción. Sus resultados confirmaron la presencia de tornados de fuerza EF-3, con vientos de hasta 165 mph.

La oficina de Paducah, Kentucky, está consultando a expertos para determinar si el tornado debe clasificarse como EF-4, con vientos de entre 166 y 200 mph.

Las imágenes captadas por un dron en Paragould, Arkansas, ilustraron crudamente la devastación. Numerosas casas perdieron los tejados y algunas quedaron casi demolidas.

En Louisville, Kentucky, el NWS confirmó que dos tornados EF-1 tocaron tierra el domingo, con vientos de hasta 90 mph.

Secuelas de las tormentas en el fin de semana del Día de los Caídos

Se están realizando esfuerzos para restablecer el suministro eléctrico, pero más de 200.000 clientes siguen a oscuras en todo Texas y el Medio Oeste. Sólo en Kentucky se registran 82.000 de estos apagones, según PowerOutage.us.

Los aeropuertos de Dallas, incluidos el Dallas Fort Worth International y el Dallas Love Field, sufrieron paradas en tierra el martes por la mañana, lo que agravó los problemas para viajar.

Una parada en tierra similar en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta contribuyó a la agitación de los viajes del fin de semana festivo, con retrasos que superaron los 5.000 en un momento dado el domingo por la noche, según el mapa de www.flightAware.com.

El Memorial Day fue testigo de lluvias torrenciales en Iowa, que redujeron drásticamente la visibilidad según los vídeos de las redes sociales. En Oak Cliff, un suburbio de Dallas, granizos del tamaño de pelotas de golf golpearon los vehículos, agravando el caos.

El pronóstico del NWS indica que Texas está en alerta máxima por tormentas "fuertes a severas" el martes.

Estas tormentas pueden traer consigo vientos dañinos significativos, granizo de gran tamaño y precipitaciones que desencadenen inundaciones repentinas, sobre todo en las zonas al oeste de Dallas-Fort Worth y al norte de Austin.