Las inundaciones en el sur de Florida persisten en su cuarto día, transformando las calles en ríos temporales y dejando varados a los residentes. Las fuertes lluvias comenzaron el martes, provocando importantes acumulaciones, y continúan azotando la región.
Las lluvias persistentes han provocado aguas que llegan hasta la cintura en varias localidades, haciendo intransitables las carreteras y dejando varados a los vehículos.
La humedad tropical procedente del Caribe empeoró las condiciones. El Servicio Meteorológico Nacional advirtió de la llegada de más lluvia, por lo que aconseja precaución.
"Las lluvias intensas o excesivas seguirán provocando inundaciones, con posibles inundaciones repentinas y urbanas localmente considerables, hasta el viernes en el sur de la península de Florida", declaró el Servicio Meteorológico Nacional.
Las escuelas de las zonas más afectadas cerraron y numerosos vuelos sufrieron cancelaciones o retrasos. Miami y Fort Lauderdale siguen bajo vigilancia por inundaciones, lo que afecta a siete millones de personas.
Pronósticos al sur de Florida
El Centro de Predicción Meteorológica sitúa la gravedad en el nivel 2 de 4, lo que indica amenazas persistentes pero reducidas en comparación con el día anterior de alto riesgo.
En respuesta, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el estado de emergencia para los condados de Broward, Collier, Lee, Miami-Dade y Sarasota.
Las autoridades instan a los residentes a permanecer en casa, haciendo hincapié en los peligros de viajar por las calles sumergidas. Las ciudades distribuyen sacos de arena para ayudar a contener la subida del agua en las zonas residenciales.
Las comunidades que ya se estaban recuperando de las graves inundaciones de abril se enfrentan ahora a otro calvario. Las imágenes aéreas muestran barrios enteros sumergidos, lo que complica los esfuerzos de recuperación.
Esta semana, las dramáticas imágenes circularon por las redes sociales: coches sumergidos casi por completo y calles convertidas en canales.
"Tuvimos que utilizar lanchas para rescatar a personas que se encontraban sobre los tejados de los coches", declaró el jefe del batallón de bomberos Michael Kane, detallando las 175 peticiones de ayuda sólo en Hallandale Beach.
En Edgewood, en el condado de Broward, residentes como Anna Rysedorph se prepararon para posibles evacuaciones a medida que avanzaba la crecida.
Guardando mascotas y pertenencias esenciales en contenedores, se prepararon para lo peor. "Tengo todo en contenedores y estamos listos para irnos", compartió, simbolizando la preparación de la comunidad a pesar de la ansiedad.
Un coche abandonado sumergido cerca del aeropuerto internacional de Fort Lauderdale-Hollywood personificaba el caos, reflejando el impacto de la inundación en las infraestructuras.
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