La rápida crecida de las aguas atrapó a los residentes, lo que requirió rescates aéreos y en barco. El alcalde Kevin Van Otterloo describió escenas en las que "helicópteros de la Guardia Nacional (estaban) rescatando a gente de los tejados".

También se produjeron evacuaciones en pueblos como Hawarden y Spencer. El río Big Sioux y otros ríos se desbordaron, amenazando a las comunidades río abajo.

Los municipios cortaron el agua y la electricidad como medida de seguridad. Los funcionarios instaron a los residentes a detener el uso del agua para evitar la sobrecarga de las aguas residuales.

Coordinación de respuesta y proclamación de desastre

El Centro de Operaciones de Emergencia de Iowa se activó para coordinar la respuesta del estado. La proclamación de desastre de la gobernadora Reynolds permite a las agencias desplegar recursos y programas de asistencia para el socorro y la recuperación. Los condados clave cubiertos incluyen Buena Vista, Sioux, Plymouth y Webster.

John Remus, jefe de la División de Gestión del Agua de la cuenca del río Misuri, anunció esfuerzos para gestionar las descargas de agua de las presas. A pesar de estas medidas, admitió que no podían mitigar todos los efectos de las inundaciones en la zona de Sioux City. Las precipitaciones de las últimas 24 horas superaron los niveles normales en un 600 por ciento.

Los daños causados por el viento y el granizo complicaron aún más la crisis en algunas zonas, añadiendo otra capa de adversidad a los males de la región.

Los líderes locales se movilizaron para apoyar a las comunidades afectadas. El diputado federal Randy Feenstra hizo hincapié en los esfuerzos en curso para colaborar con los distintos niveles de gobierno con el fin de acelerar el socorro y la recuperación del condado de Sioux y las zonas cercanas.

La crisis de las inundaciones se extiende más allá del noroeste de Iowa. El Servicio Nacional de Predicción Hidrológica pronostica crecidas significativas en varios ríos. Comunidades como Charles City, Cedar Falls y Cedar Rapids se preparan para posibles inundaciones a medida que las aguas desbordadas se desplacen hacia el sur.

La bifurcación oeste del río Des Moines ya alcanzó un nivel de crecida importante en Estherville y se espera que alcance niveles récord en Humboldt el miércoles. Fort Dodge también se prepara para que las aguas alcancen niveles de inundación importantes a mediados de semana.

Pronóstico favorable

El Servicio Meteorológico Nacional en Sioux Falls predice una pausa en el mal tiempo. "Las condiciones se calmarán durante el próximo fin de semana y hasta principios de la semana que viene", informaron, ofreciendo esperanza a las ciudades asediadas.

La rápida proclamación de la gobernadora Reynolds pretende agilizar la movilización de la ayuda estatal, incluyendo subvenciones de hasta 5.000 dólares para las personas afectadas. Con estas medidas, Iowa espera aliviar la angustia inmediata y fomentar la recuperación.