Donde pone el ojo, pone la bala: el Gobierno de Trump finalmente declarará a varios cárteles como terroristas

El presidente Donald Trump no bromeaba cuando prometió ponerle fin al reinado del narco en México. Ahora, su gobierno está afinando la lista negra de los cárteles que serán designados como organizaciones terroristas, con el objetivo de lograr su "eliminación total". Así, el Departamento de Estado ya tiene la lupa puesta sobre ocho a diez grupos criminales que operan con total impunidad.
El encargado de ejecutar este plan es el flamante secretario de Estado, Marco Rubio, quien tiene apenas dos semanas para tachar nombres en la lista, en consulta con otros funcionarios del gabinete.
Según The New York Times, más de media docena de cárteles se encuentran en la mira, y no solo los mexicanos: también hay colombianos, venezolanos y salvadoreños entre los sospechosos de turno.
Entre los más pesados figuran el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana, el Cártel del Noreste y Cárteles Unidos. Pero eso no es todo: grupos como el Clan del Golfo, el Tren de Aragua y la temida Mara Salvatrucha (MS-13) también podrían recibir la etiqueta de "terroristas", lo que, en otras palabras, significa que Estados Unidos se reserva el derecho de cazarlos con la misma saña con la que persigue a Al Qaeda.
El artículo de The New York Times explica que un cártel solo merece el título si tiene suficiente control sobre el tráfico de drogas como para imponer precios en mercados internacionales, como si fueran corporaciones multinacionales... solo que en lugar de vender teléfonos, su especialidad son las sustancias ilícitas.
¿Negocios son negocios? Claro, pero la diferencia es que estos "empresarios" juegan con las reglas de la selva. Por ejemplo, el Clan del Golfo, que lleva décadas abasteciendo a los cárteles mexicanos con toneladas de cocaína, ahora se ha metido de lleno en el tráfico de migrantes, cobrando peajes en el infierno llamado Tapón del Darién.
Mientras tanto, los gigantes del narco mexicano, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, dominan el mercado del fentanilo, fabricando el opioide sintético en México y enviándolo a los Estados Unidos como si fueran productos gourmet.
¿Las ganancias? Nada despreciables: hasta 20 mil millones de dólares anuales. Con semejante billetera, no es de extrañar que controlen más territorio que muchos gobiernos.
Por su parte, Marco Rubio no se guardó nada y, en una entrevista con Megyn Kelly, lanzó una frase demoledora: "Muchas partes de México el gobierno no las controla... están en manos de los cárteles de la droga". Y no solo eso: aseguró que estos grupos están detrás de la crisis migratoria y del tráfico de fentanilo, convirtiéndolos en una amenaza directa a la seguridad nacional.
Así que la pregunta ahora es: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno en esta "eliminación total"? Porque si algo ha demostrado la historia es que cuando Washington pone a alguien en su lista negra, las balas no tardan en empezar a volar.