Mientras se detenían en un semáforo, un árbol se desplomó repentinamente sobre su automóvil, provocando la muerte inmediata de Miller. El impacto también derribó cables eléctricos, según informaron integrantes del Departamento de Bomberos y Rescate de Toledo, que calificaron el hecho como “un accidente extraño”.

Andrew Edwards fue trasladado en estado crítico a un hospital local. Con el correr de los días, su estado fue mejorando y actualmente se encuentra estable y fuera de la unidad de cuidados intensivos.

La iglesia compartió la dolorosa noticia a través de su página oficial de Facebook, expresando su tristeza por la pérdida de Miller y detallando la evolución del pastor: “Aunque sea difícil de creer y compartir, el hermano Richard fue llevado a casa para estar con el Señor. El pastor Edwards está estable, responde y puede mover todas sus extremidades”.

Según el comunicado, Edwards sufrió fracturas en la clavícula, el esternón y una vértebra, además de una pequeña hemorragia cerebral que sigue siendo monitoreada por los profesionales de salud.

El Domingo de Pascua, la iglesia emitió una actualización alentadora: el pastor fue trasladado de la unidad de cuidados intensivos a la unidad de trauma, luego de que los especialistas descartaran que la lesión cerebral represente un peligro inmediato. Incluso, despertó con ánimos de volver a sus actividades pastorales y manifestó que “tiene mucho trabajo por hacer”.

Durante su ausencia, sus responsabilidades están siendo cubiertas por otros miembros de la congregación. La familia del pastor agradeció profundamente el apoyo recibido: “Su amabilidad y atención significan mucho para nuestra familia”, expresaron en un mensaje difundido por la iglesia.

Las autoridades también informaron que otros dos vehículos fueron afectados por la caída del árbol, aunque sus ocupantes no sufrieron lesiones.