Las víctimas fueron Kaylen Johnson, de 24 años, quien cursaba el cuarto mes de embarazo, su hijo Kaden Johnson, y el bebé en gestación. Murphy recibió 40 años de prisión por cada cargo de homicidio y 15 años adicionales por el feticidio.

El crimen, que conmovió a la comunidad, ocurrió en marzo de 2022. Murphy asesinó a Johnson de dos disparos en la cabeza durante una discusión en el auto, mientras su pequeño hijo observaba desde su sillita en el asiento trasero. Luego, abandonó el cuerpo de la joven en una zanja y condujo con el niño hasta un puente en la autopista Central Thruway, desde donde lo arrojó vivo al vacío. La caída no le provocó heridas graves, pero murió de hambre y exposición tras varios días a la intemperie, según confirmó la fiscal adjunta Jaclyn Christie Chapman.

Durante la audiencia, el fiscal del distrito, Hillar Moore, explicó que la declaración de culpabilidad evitó a la familia el trauma de un juicio. “No hay otra sentencia posible. Esta es definitiva, y garantiza que pasará su vida en prisión”, dijo a la cadena WAFB.

La tía de la víctima, LaKeisha M. Johnson, expresó su dolor al diario The Advocate: “No estamos bien. Me importa un bledo lo que le pase. A él no le importó lo que les pasara a ellos. Si no hubiéramos estado tan metidos en esto, ese chico seguiría suelto”.

La desaparición de Johnson y su hijo fue reportada el 5 de marzo de 2022, luego de que su familia perdiera contacto con ella. Seis días después, la policía ingresó a su casa y encontró el teléfono celular desconectado.

Poco después, el auto de la joven fue hallado abandonado sin matrícula, lo que aumentó la preocupación. Murphy, evasivo desde el principio, terminó entregándose a las autoridades y confesó los crímenes.

La autopsia confirmó que tanto Kaylen como Kaden llevaban muertos cerca de una semana al momento del hallazgo. Las autoridades describieron los hechos como uno de los casos más estremecedores en la historia reciente del estado.