El avistamiento se produjo cerca del lago Colchuck, en las montañas Wenatchee, donde un helicóptero divisó a un hombre que huyó al notar la presencia aérea.

A raíz de esto, las autoridades desplegaron un operativo con perros rastreadores, logrando seguir un rastro hasta el inicio del sendero Ingalls Creek, en las inmediaciones de la autopista 97.

Decker, de 32 años, es buscado desde el 30 de mayo, cuando no regresó a sus hijas tras una visita acordada. Tres días después, un agente del sheriff encontró los cuerpos de Paityn Decker (9 años), Evelyn Decker (8) y Olivia Decker (5) en un terraplén dentro de un campamento de las Montañas Cascade, cerca del sendero Pacific Crest.

En el lugar también fue hallada la camioneta de Decker, que tenía dos huellas ensangrentadas en la parte trasera. El perro de la familia estaba vivo y fue rescatado. Los análisis preliminares indican que una muestra de sangre corresponde a un hombre y otra a un animal. Se esperan los resultados de las pruebas de ADN y huellas dactilares.

La autopsia determinó que las niñas murieron por asfixia. Estaban atadas con bridas y les habían colocado bolsas de plástico en la cabeza. La investigación señala como principal sospechoso a su padre, quien posee entrenamiento militar avanzado y habilidades de supervivencia.

En documentos judiciales, se detalla que antes del crimen Decker buscó en internet cómo emigrar y conseguir empleo en Canadá. Había vivido durante dos meses y medio aislado en un entorno natural. De 2013 a 2021 sirvió en el Ejército de los Estados Unidos, incluyendo una misión en Afganistán y un paso por el Regimiento de Rangers.

La madre de las niñas, Whitney Decker, había advertido en septiembre pasado que su exesposo presentaba un deterioro de su salud mental, vivía en su vehículo y se mostraba inestable, por lo que pidió restringir las visitas nocturnas con las menores.

La búsqueda se concentra ahora en las áreas de Ingalls Creek y Valley High. Las autoridades piden a los residentes extremar precauciones, asegurar viviendas y vehículos, y reportar cualquier actividad inusual al número de emergencias.

El caso ha generado conmoción en todo el estado. Las zonas turísticas y de senderismo cercanas a Icicle Creek han sido reabiertas parcialmente, aunque persisten restricciones para acampar en algunos sectores.

Las tareas de rastreo en zonas montañosas, remotas y de difícil acceso continúan por tierra, agua y aire, ahora bajo coordinación federal, mientras la Oficina del Sheriff mantiene la investigación criminal del caso.