Según el informe policial, el tiroteo comenzó cuando efectivos que patrullaban el evento detectaron una confrontación entre dos grupos.

Mientras se acercaban para intentar calmar la situación, un adolescente de 16 años extrajo un arma y comenzó a disparar. Uno de los oficiales respondió abriendo fuego, aunque ningún disparo policial impactó a los presentes.

Entre las víctimas fatales se encuentran una mujer de 41 años, que estaba de paso por el lugar, un joven de 18 años vinculado presuntamente con uno de los grupos en conflicto, y el bebé, cuya relación con los implicados aún no ha sido aclarada.

Además, dos adolescentes de 15 y 17 años sufrieron heridas de bala en el brazo. Las autoridades investigan si ambos estaban directamente involucrados en el altercado. Por el momento, no se ha informado sobre su estado de salud.

El presunto autor del ataque, un menor de 16 años, fue detenido en la escena. Su identidad se mantiene reservada debido a su edad. La investigación continúa en marcha.

West Valley City, un suburbio con alrededor de 134.000 habitantes al suroeste de Salt Lake City, quedó sacudido por un episodio de violencia que volvió a poner en foco la facilidad de acceso a armas de fuego entre los jóvenes.