La Policía sigue sin pistas firmes sobre el exmilitar acusado de asesinar a sus tres hijas en Washington

A más de tres semanas del brutal hallazgo que sacudió al estado de Washington, las autoridades admitieron que no tienen pruebas contundentes de que Travis Decker, el exsoldado de 32 años acusado de matar a sus tres hijas, siga con vida o permanezca en la región montañosa donde fue visto por última vez.
La búsqueda comenzó el 2 de junio, cuando los cuerpos de Paityn (9), Evelyn (8) y Olivia Decker (5) fueron encontrados en un área remota cercana a Leavenworth.
Las niñas habían sido entregadas a su padre como parte de una visita acordada, pero nunca regresaron con su madre. Días después, la escena del crimen reveló un horror indescriptible: las menores murieron asfixiadas, atadas con bridas plásticas y con bolsas en la cabeza, según confirmaron las autopsias.
La Oficina del Sheriff del Condado de Kittitas informó este lunes que, ante la falta de avances, la investigación se reorienta hacia la localización de restos humanos, considerando la posibilidad de que Decker haya muerto en la zona agreste. Equipos especializados y perros de rastreo continúan explorando el terreno, aunque sin resultados certeros. “No vamos a abandonar esta búsqueda. Paityn, Evelyn y Olivia merecen justicia”, expresaron desde la dependencia a través de redes sociales.
El FBI y el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos participan activamente en el operativo, contemplando también que Decker podría haber escapado. La región incluye rutas de difícil control, como el extenso y escarpado Sendero de la Cresta del Pacífico, que se extiende desde México hasta Canadá.
A principios de mes, hubo un posible avistamiento en la zona de The Enchantments. Un grupo de excursionistas alertó sobre la presencia de un hombre solitario que parecía evitar el contacto. Un helicóptero divisó a un individuo en un área de difícil acceso, pero logró escapar entre el bosque. Los perros de búsqueda perdieron su rastro en el sendero de Ingalls Creek.
El caso ha generado profunda conmoción en Washington. Travis Decker, exinfante del Ejército de Estados Unidos con experiencia en Afganistán, no tenía residencia fija y, según documentos judiciales de 2023 presentados por su exesposa, mostraba signos de inestabilidad mental. En su momento, ella había solicitado limitar el contacto nocturno entre él y sus hijas.
Mientras no haya certezas sobre su paradero, las autoridades insisten en que el exmilitar sigue siendo una amenaza para la comunidad. Pidieron a la población revisar registros de cámaras, zonas rurales y reportar cualquier movimiento sospechoso.