La operación contó con el apoyo aéreo del equipo de Búsqueda y Rescate de la Estación Aérea Naval de Whidbey Island, que colaboró en el traslado de los ocupantes.

En la aeronave siniestrada, un Murphy SR3500 Moose, viajaban tres personas. Todas fueron evacuadas en helicóptero hacia un Centro de Traumatología de Nivel 1. Sin embargo, una de ellas murió debido a las heridas provocadas por el accidente. Las otras dos permanecen internadas y reciben atención médica, aunque no se detalló la gravedad de sus lesiones.

Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer la identidad de las personas involucradas y tampoco precisaron si el fallecido era el piloto o uno de los pasajeros.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte se hizo cargo de la investigación para esclarecer las causas del accidente. Por ahora no se reportaron indicios de fallas mecánicas ni se confirmó si las condiciones climáticas fueron un factor determinante. La Administración Federal de Aviación también participa en las indagaciones, como es habitual en estos casos.

El sector donde ocurrió el siniestro es conocido por su vegetación densa, pendientes pronunciadas y clima variable, lo que complicó las tareas de rescate. Las autoridades del parque destacaron el esfuerzo conjunto de los guardabosques, los rescatistas de la estación aérea y el personal médico que intervino en la emergencia.