La votación final fue ajustada: 216 representantes votaron a favor y 213 en contra. Solo dos republicanos, Mike Turner y Brian Fitzpatrick, se desmarcaron de su bancada y rechazaron el proyecto.

El Congreso utilizó una ley poco conocida de presupuesto presidencial para aprobar la medida, una herramienta que permite evitar el filibusterismo en el Senado.

Esta maniobra, conocida como "rescisiones", le permitió a Trump revertir partidas previamente aprobadas por el propio Congreso, algo que no ocurría con éxito desde hace casi tres décadas.

Con esta decisión, cerca de ocho mil millones de dólares serán retirados de los programas de ayuda exterior, mientras que mil cien millones saldrán de los fondos destinados a los medios públicos. El recorte forma parte de la ofensiva de la Casa Blanca para desmantelar progresivamente la USAID y limitar el financiamiento a la prensa pública.

Se trata de una victoria clave para Trump, que continúa avanzando en su agenda de recortes y concentración del poder presupuestario en el Ejecutivo.