Según las autoridades, Sánchez fue hallado inconsciente y con graves lesiones en el rostro dentro de su celda. Fue declarado muerto en el lugar. La autopsia reveló que falleció a causa de un traumatismo craneoencefálico y compresión del cuello, provocados con un objeto contundente.

Duette, conocido como “Black Jack” y miembro de la pandilla Gangster Killer Bloods, ya estaba cumpliendo condenas de 15 y 20 años por homicidio agravado y conspiración para cometer asesinato.

En 2023, se le sumó una pena de cinco años por apuñalar a otro preso en 2020. Ahora deberá enfrentar una nueva sentencia de por vida que se hará efectiva una vez que cumpla sus penas actuales, previstas para finalizar en marzo de 2030.

Sánchez cumplía una condena de cinco años por robo y, según su familia, estaba entusiasmado con la posibilidad de comenzar una nueva etapa de su vida en Elizabeth.

Su hija, Dajane Sánchez, relató que había hablado con él por teléfono la noche anterior al crimen y que su padre se mostraba esperanzado con su pronta salida. En la audiencia, rompió en llanto al recordarlo como un hombre cariñoso y alegre: “Me falta un pedazo del corazón. Nunca recuperaré a mi papá”.

La investigación contó con el testimonio de dos internos que afirmaron haber visto a Duette entrar en la celda de la víctima y golpearlo. Uno de ellos también lo vio salir ensangrentado.

Si bien no existen imágenes del momento del ataque, una cámara captó un intercambio verbal previo entre ambos. Otra grabación mostró a su compañero de celda arrojando ropa, calzado y otros artículos que luego fueron peritados.

Peritajes forenses hallaron sangre de Sánchez y ADN de Duette en esos objetos, así como también debajo de las uñas de la víctima. El compañero de celda declaró que Duette le había ordenado deshacerse de las pruebas.

La familia de Sánchez insistió en que él no debía ser recordado como un prisionero, sino como un hombre que buscaba una segunda oportunidad. “Trabajó duro para rehacer su vida y se la arrebataron”, lamentó su hija.