Uno de los mensajes descubiertos por el Servicio Secreto decía: “Literalmente le dije al FBI en cinco estados que estoy dispuesta a matar sacrificialmente a este POTUS destripándolo y cortándole la tráquea”.

Según el expediente judicial, el viernes Jones accedió a hablar con las autoridades sobre sus publicaciones. Durante la conversación, supuestamente calificó a Trump como un “terrorista” y “nazi”, y afirmó que estaba dispuesta a atacarlo con un “objeto afilado” si fuera necesario.

La mujer habría explicado que su hostilidad se debía a la gran cantidad de fallecidos durante la pandemia de COVID, responsabilidad que atribuía a las decisiones del mandatario.

A pesar de sus declaraciones, Jones participó el sábado en un mitin de protesta en el Distrito de Columbia, donde manifestantes exigían el retiro de la Guardia Nacional de las calles de Washington.

Durante la manifestación, declaró: “Este régimen tiene que irse, toda la administración. No se despliega el ejército contra el pueblo estadounidense. No seremos reprimidos. No existiremos en este régimen autoritario. No aceptaremos el fascismo”.

La fiscal federal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, advirtió que Jones enfrentará un proceso judicial severo: “Es uno de los delitos más graves y se enfrentará a un enjuiciamiento rápido e inquebrantable. Que quede claro: se hará justicia”, señaló en un comunicado.

El caso se suma a otros recientes intentos de asesinato contra Donald Trump; el año pasado, dos personas intentaron atacarlo, una de las cuales murió en el acto y la otra será juzgada en las próximas semanas.