De acuerdo con las autoridades, la pareja del sospechoso está colaborando con la pesquisa y no ha sido vinculada directamente con el crimen.

El hecho ocurrió el miércoles por la tarde, cuando Kirk participaba en un evento en la Universidad del Valle de Utah. Desde la azotea de un edificio cercano, un francotirador disparó con un rifle de largo alcance y le provocó una herida en el cuello que resultó mortal.

Al día siguiente, el FBI detuvo a Robinson y lo señaló como el presunto autor del ataque. Durante los interrogatorios surgió la pista de su pareja, con quien compartía un departamento a cuatro horas de distancia de la universidad y cerca de la vivienda de sus padres.

Agentes federales allanaron el inmueble y se llevaron varias computadoras que fueron enviadas a Quantico para un análisis exhaustivo. Además, incautaron el teléfono móvil de Robinson, donde hallaron mensajes y comunicaciones con su pareja que forman parte del expediente.

Aunque Robinson aún no enfrenta cargos formales, el gobernador de Utah consideró que, de confirmarse su responsabilidad, el acusado podría ser condenado a la pena de muerte por el asesinato de Kirk, figura emergente del conservadurismo, que dejó una esposa viuda y dos hijos huérfanos.