El inicio del horror

Todo ocurrió cerca de las 4:10 de la madrugada en Roosevelt Avenue y Benham Street, en Elmhurst. Jhoanny caminaba junto a su madre, su padrastro y su novio cuando fueron interceptados por Edwin Cruz Gómez, de 38 años, quien comenzó a lanzarles comentarios sexuales y ofrecer dinero a cambio de favores. La discusión terminó en una pelea física que fue frenada por transeúntes.

Minutos después, Cruz Gómez, visiblemente alcoholizado, se subió a su Chevy Suburban 2009, manejó en contramano y se subió a la acera. La camioneta impactó de lleno contra el grupo, dejando a Jhoanny atrapada contra un poste.

La joven murió en el lugar. Su madre, de 32 años, sufrió heridas en las piernas y fue trasladada al hospital en estado estable, mientras que el padrastro también resultó lesionado.

Arresto y antecedentes del agresor

El conductor intentó huir, pero chocó contra un auto estacionado y fue detenido. Cuatro horas después del atropello, su nivel de alcohol en sangre era de 0,137, casi el doble del límite permitido.

Su prontuario mostraba un historial de irresponsabilidad al volante: había sido arrestado en enero por manejar ebrio en Long Island, y nuevamente seis meses después por conducir sin licencia y a exceso de velocidad en Nassau. Todavía tenía pendiente una cita en la corte por esos casos.

Ahora enfrenta una larga lista de cargos: homicidio en segundo grado, intentos de asesinato, asalto, homicidio vehicular y conducción bajo los efectos del alcohol y sin licencia.

El juez ordenó su detención sin derecho a fianza y, de ser declarado culpable, podría recibir una pena de 25 años a cadena perpetua. Su próxima audiencia está programada para el 19 de septiembre.

Una vida truncada y el dolor en la comunidad

Jhoanny se había mudado a Manhattan con su familia apenas tres meses atrás, con la ilusión de empezar una nueva etapa. Venezolana de origen, era descrita como una joven llena de energía y con un futuro prometedor.

El barrio quedó conmocionado. Vecinos y conocidos expresaron su tristeza y bronca. “Es devastador verla en las imágenes de las cámaras de seguridad sabiendo que pocas horas después perdió la vida”, comentó el encargado del edificio donde vivía.

Otra vecina resumió el sentimiento colectivo: “Esto demuestra que la tragedia puede alcanzarnos a cualquiera, en cualquier momento”.