“El monstruo de Phoenix”: mató a su madre, sembró el terror y ahora enfrenta la pena de muerte
La Justicia de Arizona declaró culpable a Cleophus Cooksey Jr., de 43 años, por una ola de crímenes escalofriantes que estremecieron a Phoenix y Glendale a fines de 2017.
En solo tres semanas, asesinó a ocho personas —incluyendo a su propia madre y a su padrastro— en una serie de tiroteos que dejaron a la población sumida en el miedo.
El jurado lo encontró responsable de asesinatos, secuestro, agresión sexual y robo a mano armada tras un juicio que se extendió por meses. La sentencia se dará a conocer el lunes y todo apunta a que podría recibir la pena de muerte.
Las víctimas incluyeron a dos hombres hallados sin vida en un auto, un guardia de seguridad atacado cuando iba a visitar a su novia y una mujer secuestrada, violada y abandonada en un callejón. En algunos casos, Cooksey conocía a sus víctimas; en otros, eran completamente aleatorias. La policía jamás pudo establecer un motivo claro.
El acusado ya había estado tras las rejas: en 2001 fue condenado por homicidio involuntario en un robo a un club de striptease que terminó con un cómplice muerto. Cuatro meses después de recuperar la libertad, comenzó la seguidilla sangrienta.
Amigos de su madre lo definieron como un “monstruo sin corazón”. Uno de ellos, Eric Hampton, lo resumió con crudeza a la salida del tribunal: “Lo peor de todo es que mató a su propia madre. No merece otra cosa que la pena de muerte”.
Aunque también fue investigado por un noveno homicidio —el del hermano de su expareja— la fiscalía nunca presentó cargos por ese caso. Durante el juicio, Cooksey se defendió asegurando que era inocente, que lo suyo era la música y no la violencia. El veredicto del jurado derrumbó por completo su versión.
Ahora, la última palabra la tendrá el juez, y todo indica que Cooksey podría escribir su capítulo final en el corredor de la muerte.







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