Terry Anderson, periodista estadounidense que simbolizó la lucha de los rehenes occidentales en Líbano durante la guerra civil de 1975-1990, falleció a los 76 años.
Su hija, Sulome Anderson, anunció el lunes que su padre murió el domingo, en su hogar en Greenwood Lake, Nueva York. Aunque no revelaron la causa de su fallecimiento, su vida deja una huella imborrable de resistencia y esperanza.
RIP Terry Anderson
— Judith Grohmann🇦🇹🇪🇺🇮🇱 (@EmmaPeel_Knight) April 22, 2024
76 Jahre alt
weltreisender @AP -Korrespondent, der zu einer der am längsten inhaftierten Geiseln Amerikas wurde, nachdem er 1985 auf einer Straße im vom Krieg zerrütteten Libanon entführt und fast 7 Jahre lang festgehalten wurde.https://t.co/46Oap9jc1q pic.twitter.com/K936B89ZCc
Cautiverio y fe de Terry Anderson
En 1985, Terry Anderson, corresponsal de Associated Press, se convirtió en blanco de Hezbollah en Líbano. Este grupo musulmán chiita lo secuestró, iniciando un cautiverio que duraría casi siete años.
El grupo proiraní Yihad Islámica reivindicó la autoría del secuestro, afirmando que formaba parte de "operaciones continuas contra estadounidenses".
Los secuestradores exigían la libertad de los musulmanes chiíes encarcelados en Kuwait por los atentados contra las embajadas de Estados Unidos y Francia.
La captura de Anderson no fue un acto aleatorio; su rol como periodista y su presencia en Líbano durante la guerra lo señalaron. Durante su secuestro, enfrentó abusos físicos y psicológicos, soportó golpizas, cadenas y amenazas de muerte.
"Casi enloquezco", recordó después de su liberación en diciembre de 1991, destacando que su fe católica y su determinación lo mantuvieron con vida, reseñó The Guardian.