El Centro de Coordinación de Rescate de Alaska, un Super Hércules de la Guardia Costera de Estados Unidos, la Policía Estatal de Alaska y la Guardia Nacional de Alaska lanzaron una campaña de búsqueda, pero no pudieron encontrarlo.

No hubo ninguna señal de transmisor de emergencia proveniente de los restos.

Sin embargo, la Guardia Nacional de Alaska dijo a ABC News que un sonido de teléfono celular llevó a los investigadores a creer que el avión estaba cerca del lago Tustumena y las montañas Kenai.

Fue un civil en una aeronave el que finalmente vio el lugar del accidente aéreo el lunes.

Los funcionarios de Alaska dijeron que era un testimonio de la fortaleza de la comunidad de Alaska que, cuando un avión se estrella, todos toman sus aviones y salen a observar.

Uno de los buenos samaritanos que buscaba el avión desaparecido fue Dale Eicher, quien dijo a ABC News que pudo sobrevolar el lugar del accidente aproximadamente media hora después de que fue localizado por primera vez y vio a los sobrevivientes esperando ser rescatados.

Una variante del Blackhawk de la Guardia Nacional del Ejército de Alaska, con alcance extendido, un elevador y un médico de vuelo, parte del Comando de Tropas de Aviación 207, fue al lugar donde se avistaron los restos y encontró a tres personas en el ala del PA-12, que aparentemente había roto la superficie de un cuerpo de agua congelado y había quedado parcialmente sumergido.

La Guardia Nacional indicó que el avión no alcanzó el lago principal; en cambio, la aeronave parecía haberse posado en medio de un campo glacial y una gran masa de agua.

Los tres pasajeros del avión sobrevivieron al accidente, fueron rescatados con éxito y trasladados a un hospital local. No hay más información sobre las lesiones ni sobre las causas del accidente.