Junto con el presidente Joe Biden, tres de los seis presidentes vivos están actualmente haciendo campaña por la vicepresidenta.

Los esfuerzos de Clinton y Obama apuntan a asegurar el apoyo de los votantes para la candidata presidencial demócrata en estados donde, por estrechos márgenes, probablemente se determinarán los resultados de las elecciones.

Clinton viajará en los próximos días para pedir a los votantes rurales que apoyen a Harris. El expresidente viajará a Georgia el domingo y el lunes y luego está planeando una gira en autobús por Carolina del Norte.

Para Clinton, eso significa dirigirse a los estadounidenses lejos de los mítines masivos característicos de la campaña de Harris. En cambio, Clinton hablará ante unos pocos cientos de personas a la vez en ferias locales y eventos en los porches, informó CNN.

Clinton habló en agosto en la Convención Nacional Demócrata en Chicago, donde trazó un contraste entre Harris y Donald Trump. La excandidata demócrata Hillary Clinton también habló en la convención y organizó una recaudación de fondos para Harris el mes pasado.

Obama inició su gira de campaña por Harris el jueves con un mitin en el área de Pittsburgh y se espera que viaje a otros estados en disputa en las próximas semanas.

La campaña de Harris no solo espera alentar un aumento de votos demócratas entre los votantes leales al partido, sino que también está tratando de captar votantes desilusionados de Trump en áreas tradicionalmente republicanas.

Un excelente ejemplo de esa estrategia ocurrió la semana pasada, cuando la vicepresidenta hizo campaña en Ripon, Wisconsin, en la cuna del Partido Republicano, junto a la exrepresentante republicana por Wyoming Liz Cheney.