A bordo de las aeronaves viajaban cuatro personas, pero, en una especie de macabro sorteo del destino, dos salieron ilesas y dos perdieron la vida. La policía, sin embargo, mantiene el suspenso y no ha revelado en cuál de los aviones viajaban las víctimas fatales.

Un aeropuerto sin torre de control y un accidente que aviva la polémica

El Aeropuerto Regional de Marana, situado a unas 20 millas de Tucson, opera sin una torre de control activa, lo que significa que los pilotos deben confiar en una frecuencia de radio para coordinar sus movimientos. Un método que, visto lo visto, no parece haber funcionado muy bien esta vez.

La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA) ya están investigando el suceso, pero por ahora nadie sabe exactamente qué provocó la colisión. ¿Falta de comunicación? ¿Un mal cálculo? ¿Un intento fallido de maniobra acrobática improvisada?

Un año negro para la aviación

Este accidente es solo otro capítulo de la preocupante racha de desastres aéreos en Norteamérica. Hace apenas unas semanas, el 29 de enero, un helicóptero del Ejército y un vuelo de American Airlines chocaron en el aire en lo que fue el peor desastre aéreo en Estados Unidos desde 2001, cobrando la vida de 67 personas.

Con este nuevo incidente, la pregunta queda en el aire: ¿se está volviendo cada vez más riesgoso despegar en Norteamérica? Lo que está claro es que, al menos en el Aeropuerto de Marana, volar sin una torre de control puede convertirse en un juego de ruleta rusa en el cielo.