El padre Brian Schieber, vicario general de la arquidiócesis, expresó su pesar por lo ocurrido. “Estamos en estado de shock. El padre Arul era muy querido en Seneca, donde llevaba más de 13 años como párroco”, declaró. Destacó además la cercanía del sacerdote con su comunidad: “Conocía a todos por su nombre, celebró bautismos, bodas, funerales y acompañó a los enfermos con gran sabiduría pastoral. Es una pérdida enorme”.

El ataque fue reportado al 911 alrededor de las 15 horas. Agentes de la Oficina del Sheriff del Condado de Nemaha y del Departamento de Policía de Seneca acudieron al lugar y encontraron al padre Carasala herido de bala fuera de la residencia. Fue trasladado de urgencia al Hospital Comunitario del Valle de Nemaha, donde finalmente falleció.

El arzobispo Joseph Naumann ofició una misa en honor al sacerdote asesinado y expresó su dolor a través de las redes sociales: “El padre Arul fue un gran sacerdote y amigo. Ser sacerdote hoy requiere un amor heroico, y él lo demostró al dejar la India para servir en el corazón de Estados Unidos”.

Desde la Arquidiócesis de Kansas City también emitieron un comunicado en el que recordaron el compromiso del sacerdote con la comunidad: “El padre Arul fue un fiel servidor durante más de dos décadas. Su fe, su entrega y su espíritu generoso marcaron la vida de muchas personas. Que el Señor le conceda el descanso eterno”.

Las autoridades continúan investigando el caso y hasta el momento no se han revelado detalles sobre el motivo del crimen.