El caso salió a la luz en 2022, cuando una conocida descubrió un video en el que aparecía siendo atacada sexualmente mientras estaba inconsciente. Esa denuncia inicial derivó en un allanamiento en la vivienda del médico, donde los investigadores hallaron múltiples grabaciones que documentaban los abusos, tanto en su casa como en el hospital. También se incautó anestesia líquida.

La fiscalía expuso un patrón claro: las víctimas estaban sedadas o inconscientes y, en su mayoría, no recordaban lo sucedido. En uno de los episodios más impactantes, una paciente despertó mientras era agredida sexualmente luego de haber recibido sedación para un procedimiento médico.

“La violencia y la perversión que demostró Zhi Alan Cheng son aún más graves considerando que, como médico, hizo un juramento de no causar daño”, expresó Melinda Katz, fiscal del distrito de Queens. “Mi reconocimiento a la mujer que, con valentía, hizo la primera denuncia y permitió destapar este horror”.

Además de su declaración de culpabilidad, Cheng aceptó un acuerdo bajo la figura de la ley Alford en un caso adicional: no reconoció formalmente el delito, pero admitió que la fiscalía tenía pruebas suficientes para condenarlo.

Como parte del acuerdo, se le prohibió volver a ejercer la medicina. Podría enfrentar hasta 24 años de prisión cuando se dicte la sentencia.

El hospital New York-Presbyterian Queens, donde ocurrieron parte de los ataques, se desligó del acusado y aseguró haber colaborado completamente con la investigación.

“Los crímenes cometidos por este individuo son atroces, repulsivos y representan una traición imperdonable a nuestra misión y a la confianza de nuestros pacientes”, afirmó su portavoz, Angela Karafazli.

El abogado defensor, Jeffrey Einhorn, reconoció la gravedad del caso al afirmar: “Los cargos por los que el señor Cheng se declaró culpable hoy son extraordinariamente serios”.