La detención ocurrió el 3 de enero en el Centro de Tránsito de Trenton. Según informó el 16 de abril la oficina del fiscal general de Nueva Jersey, Matthew Platkin, Kennerk llevaba armas de asalto, pistolas, cargadores de alta capacidad, silenciadores y un rifle que aparentemente tenía una trampa explosiva. Esta arma se disparó sola durante la intervención policial.

“Este acusado presuntamente transportó un pequeño arsenal de armas letales y municiones a través de estaciones de tránsito concurridas y en un tren lleno de pasajeros”, señaló Platkin. También destacó que Kennerk dejó una maleta con armas, entre ellas un rifle de asalto, en el vestíbulo de la estación de Pensilvania de Newark, exponiendo a los transeúntes a un riesgo extremo.

La maleta, con un llamativo diseño de cebra en blanco y negro, fue detectada por un oficial de la Policía de Tránsito de Nueva Jersey cerca de la entrada al metro de Newark. Al inspeccionarla, las autoridades encontraron una pistola con un cargador de 18 balas lleno, un cargador tipo AR con munición .223, y varias cajas de municiones de 9 milímetros y .223.

En otro compartimento de la misma bolsa, se halló un rifle estilo AK-47 de la marca Zastava Arms, completamente cargado, junto a varios cargadores adicionales.

De acuerdo con la fiscalía, Kennerk dejó momentáneamente la maleta para comprar un boleto de tren con destino a Virginia. Subió al tren en Newark, pero fue interceptado por la policía en la parada siguiente, en Trenton.

Durante su arresto, las autoridades encontraron más armas escondidas, entre ellas un rifle estilo AR-15 desarmado en dos partes, varias pistolas, silenciadores, y una importante cantidad de municiones, incluyendo proyectiles .300 AAC Blackout y municiones de punta hueca para rifles calibre .22 y pistolas calibre 9 milímetros.

Uno de los hallazgos más alarmantes fue el del rifle con una trampa explosiva. Según la Procuraduría General, el arma se disparó sola cuando un agente intentó asegurarla, lo que indica que había sido modificada para activarse sin necesidad de accionar el gatillo.

Jeffrey O. Kennerk enfrenta cargos por posesión de armas con fines ilegales, posesión ilegal de armas de fuego y armas de asalto, posesión de cargadores de gran capacidad, silenciadores y municiones prohibidas.

También se le imputa un cargo de asalto agravado y otro por violar una prohibición legal que le impedía poseer armas. Todos estos delitos son considerados graves, y varios de ellos se encuadran como delitos de segundo y cuarto grado bajo la legislación de Nueva Jersey.