El recién nombrado jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, anunció que no cooperará con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en las deportaciones masivas previstas para el inicio de la presidencia de Donald Trump, el 20 de enero de 2025.
Durante su campaña, McDonnell ya había expresado esta postura, lo que generó preocupación entre miembros del Concejo Municipal y organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes. “El Departamento de Policía de Los Ángeles no colaborará en deportaciones masivas. Los Ángeles es una ciudad de inmigrantes, y reconozco que en este momento están siendo menospreciados. Mi deber es proteger a todos los habitantes de Los Ángeles, y eso implica construir confianza en nuestra comunidad”, afirmó McDonnell.
La relación de McDonnell con ICE ha sido polémica en el pasado. Como Sheriff del Condado de Los Ángeles, entre 2014 y 2018, permitió el acceso de agentes federales a las cárceles locales para identificar y deportar a inmigrantes indocumentados. Esta colaboración derivó en la separación de miles de familias, y sus acciones le valieron críticas de organizaciones proinmigrantes.
Pese a las críticas, el 8 de noviembre, el Concejo Municipal de Los Ángeles aprobó su nombramiento como jefe del LAPD en una votación dividida de 11 a 2. Tras la confirmación, McDonnell prestó juramento en una ceremonia a la que asistieron líderes de la ciudad.
Pedro Trujillo, director de movilizaciones de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (Chirla), advirtió sobre los riesgos de tener a un jefe de policía que respalde la aplicación estricta de las leyes federales de inmigración. “Podría empeorar si el jefe de policía se alinea con las directrices de Trump y convierte a la policía local en un brazo ejecutor contra los inmigrantes”, expresó Trujillo.
Hugo Soto-Martínez, concejal del Distrito 13, se mostró cauteloso pero dispuesto a trabajar con McDonnell. “Queremos que la comunidad se sienta segura al acudir a la policía cuando sea víctima de un delito, sin temor a ser entregada a inmigración. Esperamos que McDonnell esté abierto a entender los desafíos que enfrentamos diariamente”, dijo Soto-Martínez.
La posición de McDonnell respecto a la inmigración ya había sido objeto de controversia. En 2015, permitió que ICE accediera a las cárceles bajo su supervisión para entrevistar a inmigrantes considerados amenazas a la seguridad pública. Aunque McDonnell aseguró que su colaboración se limitaba a estos casos específicos, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes lo criticaron por, según ellos, contravenir las políticas de California como estado santuario.
En 2018, tras varias protestas en su contra y debido al rechazo que su postura generó, McDonnell perdió la reelección como Sheriff del Condado de Los Ángeles, en parte por la percepción de su colaboración con autoridades federales en contra de la comunidad inmigrante.