Un vuelo chárter que transportaba a más de treinta estadounidenses que huyeron de la violencia en Haití aterrizó a salvo en el aeropuerto internacional de Miami el domingo, aseguraron funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Estos ciudadanos estadounidenses fueron evacuados en una operación facilitada por el Departamento de Estado de EEUU.
Esta medida se tomó después de que la embajada aconsejara urgentemente a los estadounidenses a principios de mes que abandonaran Haití lo antes posible para evitar los crecientes disturbios.
Avlot Quessa, residente en Boston, que viajó a Haití el mes pasado para una supuesta breve visita a su madre, se encontró en medio de una crisis imprevista.
“Es simplemente terrible… El sufrimiento, sólo lo puedes imaginar (…) Haití es mi patria y es muy estresante ver a la patria pasar por este acto de violencia y destrucción… y ellos son nuestros vecinos”, declaró Quessa al Miami Herald.
Haití se enfrenta actualmente a un momento crítico, con su principal aeropuerto de Puerto Príncipe cerrado debido a las invasiones de bandas.
Estos brotes violentos han provocado numerosas muertes y han puesto a muchos haitianos al borde de la hambruna, con informes que indican el saqueo de los suministros de ayuda.
Para hacer frente a esta grave situación, el Departamento de Estado puso a disposición algunos vuelos chárter desde Cap-Haïtien, una ciudad menos afectada por la agitación.
Sin embargo, han aclarado que no se proporcionará transporte terrestre al aeropuerto y han aconsejado que sólo consideren la evacuación aquellos que puedan llegar con seguridad a Cap-Haïtien.
Se invitó a los ciudadanos estadounidenses que aún se encuentren en Haití y deseen marcharse a que se pongan en contacto con el departamento a través de su formulario de entrada en crisis en línea.
Los evacuados han tenido que comprometerse a reembolsar al gobierno los gastos de su vuelo.
Marie Lucie St. Fleur, una mujer de 69 años de West Palm Beach y otra evacuada, compartió su pesar por la situación en Haití.
“No me siento nada bien. Me gustaría vivir en mi país y no puedo”, expresó sentada en una silla de ruedas.
A su llegada a Miami, los funcionarios del gobierno estaban preparados para ayudar a los evacuados con sus necesidades inmediatas y orientarles en la planificación de sus próximos pasos.
Esta evacuación se produce después de que el ejército estadounidense desplegara fuerzas adicionales para reforzar la seguridad en la embajada de Estados Unidos en Haití, situada en una zona dominada por las bandas.
