“Necesitábamos más representación dentro de la comunidad”, dijo la graduada Rebecca Chapa, de 30 años. “¿Qué mejor manera que ayudarlos a tener un mejor estilo de vida y un mejor conocimiento de su salud?”.

Los promotores de la salud funcionan como una conexión entre los pacientes de las comunidades desatendidas y una variedad de recursos y tratamientos de salud. Su trabajo puede ser amplio, desde ayudar a las personas a encontrar tratamiento para afecciones crónicas como la diabetes hasta crisis de salud mental y abuso de drogas.

“Los promotores de la salud están en una posición única para ayudar a las personas y llegar a ciertos grupos”, dijo Dona Stelzig, cofundadora de Trust CHW. “Son intrínsecos a la continuación de la atención de los pacientes”.

Gran parte del curso de 15 semanas que tomaron los graduados se centró en aprender a establecer relaciones con pacientes de muchos orígenes y comprender las necesidades de salud de sus comunidades.

Las personas transgénero enfrentan obstáculos significativos cuando buscan atención médica, incluida la discriminación, las barreras financieras y la falta de proveedores con experiencia en el tratamiento de pacientes trans.

Es por eso que la diversidad, especialmente la inclusión de personas trans, es importante dentro de las filas de los promotores de la salud, dijo Chapa.

El curso, completado durante largas noches en centros comunitarios de la ciudad, fue la primera vez que ella y muchas de sus compañeras de clase estuvieron en un entorno educativo con otras mujeres transgénero.

“Todo el mundo tiene diferentes problemas, diferentes ideas y diferentes niveles de educación”, dijo Chapa, quien eligió su nueva carrera después de trabajar como voluntaria en organizaciones como la Fundación Latinoamericana de Acción Social. “Pero esto muestra la unidad que existe dentro de la comunidad trans. Nos ayudamos unos a otros”.

Las soluciones de salud basadas en la comunidad han florecido en las comunidades latinas de todo el país.

A principios de este año, algunos adolescentes de California se movilizaron para educar a los latinos de todo el estado sobre la importancia de las pruebas y las vacunas contra el COVID-19.

Y una red de promotores de salud del oeste de Texas ha ayudado a llenar los vacíos en la atención médica de las comunidades latinas rurales.

La accesibilidad al idioma también fue un aspecto importante del programa Trust CHW. Chapa y los otros estudiantes realizaron su aprendizaje tanto en inglés como en español para ayudar a los pacientes que enfrentan barreras de comunicación.

Saber ambos idiomas es invaluable como promotor de la salud en una ciudad con cientos de miles de hispanohablantes, dijo Chapa.

“La barrera del idioma es un gran problema en la salud”, dijo Chapa. “Les impide acceder a los pacientes a muchos recursos”.

Para algunos de los graduados, la certificación es tan sólo el primer paso hacia otras carreras relacionadas con la salud.

Por ejemplo, Kenia Gallardo, de 33 años, dijo que estaba buscando cursos de flebotomía.

Chapa, quien trabajaba en un salón de belleza antes de cambiar de carrera, dijo que quiere seguir estudiando para ser enfermera.

Otras de las graduadas dijeron que querían considerar volver a las aulas para eventualmente estudiar Medicina en una univertsidad.

“Les estamos mostrando a todos que las personas trans también pueden ayudar a otros”, dijo Gallardo.