Intentaron romper las barreras en un intento de entrar en EEUU, lo que condujo a un tenso enfrentamiento.

El periódico El Paso Times informó de que los inmigrantes arrollaron a los guardias, algunos de los cuales sufrieron heridas leves, mientras empujaban hacia las puertas fronterizas, con el objetivo de ser puestos bajo custodia de la Patrulla de Aduanas y Fronteras (CBP).

Durante una audiencia de fianza, el juez Acosta abordó el reto de la Fiscalía de El Paso de llevar a cabo audiencias de detención para cada acusado con prontitud.

"Es decisión del tribunal que todos los casos de participación en disturbios serán liberados bajo palabra", declaró Acosta, según el periódico.

Las detenciones realizadas en relación con el alboroto representaron un encuentro dramático, en el que los inmigrantes desmantelaron la alambrada de cuchillas y dominaron a los guardias.

A pesar de la decisión del juez, sigue siendo incierto si se incluyó a los acusados de agresión a un funcionario público y de daños criminales.

Además, los migrantes con retenciones federales de inmigración van a permanecer detenidos, ya que la petición de audiencias diferidas de la fiscal adjunta Ashley M. Martínez fue rechazada por Acosta.

Este incidente representa las estrictas políticas fronterizas de Texas, que incluyen el despliegue de la Guardia Nacional y de las autoridades estatales para detener y deportar a los que cruzan ilegalmente.

Estas tácticas se encontraron con el rechazo legal de la administración Biden, destacado por una reciente decisión de un tribunal federal de apelaciones que puso en pausa las medidas de Texas.

Mientras la saga legal continúa, con más audiencias previstas, la liberación de migrantes ofrece una nueva perspectiva sobre el intrincado diálogo en torno a la aplicación de las leyes fronterizas y la búsqueda de la justicia.