Nueva Orleans se encuentra bajo emergencia tras la crisis del agua potable por sequía

La sequía del río Mississippi está permitiendo que el agua salada del Golfo de México se infiltre en las fuentes de agua potable de Nueva Orleans y zonas cercanas.
A medida que desciende el nivel del río Mississippi, aumenta el riesgo de contaminación por agua salada, lo que hace temer por la futura disponibilidad de agua potable.
LaToya Cantrell, alcaldesa de Nueva Orleans, proclamó el estado de emergencia. Esta situación no sólo pone en relieve los peligros de la intrusión de agua salada en las comunidades del sureste de Luisiana, sino que también amplía el debate sobre el impacto del cambio climático en la accesibilidad del agua potable en regiones propensas a la sequía.
Stephen Murphy, profesor de la Facultad de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane, advirtió a NBC News que cerca de un millón de habitantes de la región metropolitana de Nueva Orleans podrían sufrir las consecuencias de la crisis si el nivel del río Mississippi se mantiene críticamente bajo.
Comentó que el agua salada puede romper las instalaciones de toma de agua en Belle Chasse a mediados de octubre, y Nueva Orleans probablemente será víctima más adelante en el mes.