Protesta propalestina en Columbia: decenas de detenidos y tensión creciente en el campus

Una nueva oleada de protestas propalestinas sacudió la Universidad de Columbia la noche del miércoles, cuando decenas de manifestantes ocuparon parte de la biblioteca principal del campus en un intento por reactivar el movimiento estudiantil que el año pasado se convirtió en uno de los focos de resistencia más visibles contra la guerra en Gaza.
La respuesta fue inmediata. Por pedido formal de las autoridades universitarias, la Policía de Nueva York ingresó al campus y desalojó a los manifestantes.
At the written request of @Columbia University, the NYPD is entering the campus to remove individuals who are trespassing. We will not tolerate hate or violence in any form in our city.
— Mayor Eric Adams (@NYCMayor) May 7, 2025
Read my full statement on today’s events at Columbia. pic.twitter.com/qGSKBDOHkg
“A petición escrita de la Universidad de Columbia, el Departamento de Policía de Nueva York entró al campus para expulsar a las personas que están invadiendo la propiedad privada”, declaró el alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien además reafirmó que la ciudad respeta el derecho a protestar pacíficamente, pero “no tolera la anarquía”.
Según reportó la agencia Reuters, los manifestantes se subieron a mesas, golpearon tambores y colgaron pancartas con consignas propalestinas en la sala de lectura principal de la Biblioteca Butler, uno de los espacios emblemáticos del campus. Fue la manifestación más importante desde las protestas estudiantiles del año pasado contra la ofensiva militar israelí en Gaza.
En redes sociales circularon imágenes que mostraban a los manifestantes —en su mayoría con el rostro cubierto— bajo las lámparas de araña de la Sala de Lectura Lawrence A. Wein, con carteles que decían “Huelga por Gaza” y “Zona liberada”.
En un comunicado oficial, la universidad confirmó que hubo una “interrupción” en la sala de lectura 301 de la Biblioteca Butler y advirtió a los manifestantes que su conducta violaba las normas internas. “Se les ha advertido que el incumplimiento es una violación de nuestras normas y políticas, y se traducirá en un posible arresto. Ninguna de las personas que protestaban en la sala de lectura ha optado, por el momento, por identificarse y retirarse”, señaló Columbia.
La institución también subrayó que quienes infrinjan las reglas enfrentarán sanciones disciplinarias.
Entre las demandas del grupo figura la desinversión de Columbia en empresas vinculadas a Israel, así como el cambio de nombre de la biblioteca por “Universidad Popular de Basel Al-Araj”, en homenaje a un activista palestino muerto en 2017. Además, exigen la liberación de Mahmoud Khalil, estudiante de posgrado de Columbia, actualmente detenido en un centro migratorio de Luisiana tras haber sido uno de los primeros arrestados en estas protestas.
El nuevo episodio de tensión ocurre en un clima político enrarecido. El expresidente Donald Trump calificó las manifestaciones del año pasado como antisemitas y aseguró que pusieron en riesgo a los estudiantes judíos. Ya en campaña, prometió medidas presupuestarias contra las universidades que, según él, “toleran ideologías extremistas”.
De hecho, el consejo directivo de Columbia se encuentra negociando con el gobierno federal, luego de que en marzo se cancelaran cientos de millones de dólares en fondos destinados a investigaciones científicas, en represalia por la postura de la universidad frente a estas protestas.