Legisladores republicanos en el Congreso buscan excluir a los no ciudadanos del Censo, que se realiza cada diez años, con el objetivo de alterar los recuentos y así afectar significativamente la distribución de los escaños de la Cámara de Representantes y los votos del Colegio Electoral en los estados.
Mientras la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano, se preparaba para una votación crítica hoy, el ambiente era tenso.
A pesar del previsible rechazo del proyecto de ley en el Senado, de mayoría demócrata, y de la fuerte oposición de la Casa Blanca, la iniciativa representa un momento crucial en las discusiones sobre representación de la ciudadanía.
La propuesta presiona para exigir una pregunta dentro del cuestionario del Censo sobre ciudadanía para luego excluir a las personas que no son ciudadanos del conteo que ayuda a determinar el poder político en Estados Unidos, señaló la agencia AP.
El objetivo de los cambios en el Censo
Este esfuerzo legislativo para restringir el recuento del censo únicamente a los ciudadanos se hace eco de los intentos pasados de la administración de Donald Trump de utilizar el censo para obtener beneficios políticos.
En 2020, el Tribunal Supremo bloqueó un intento de incluir una pregunta sobre ciudadanía en el censo, alegando defectos de procedimiento. Desde entonces, el presidente Joe Biden revirtió las políticas relacionadas a principios de su mandato, marcando un claro alejamiento de estas iniciativas.
Quienes se oponen al proyecto argumentan que viola la 14ª Enmienda, que exige que la representación en el Congreso se base en la población total de cada estado, incluyendo a todos los residentes, independientemente de su estatus de ciudadanía.
Esta disposición constitucional tiene por objeto garantizar una representación equitativa para todos los habitantes.
El representante Michael Burgess, republicano de Utah, es un firme defensor del proyecto de ley, argumentando en una audiencia del Comité de Normas de la Cámara de Representantes que es necesario debido a lo que él considera que la crisis fronteriza es exacerbada bajo la administración Biden.
Burgess afirma que el método actual infla el peso político de las regiones con grandes poblaciones de no ciudadanos, lo que, en su opinión, beneficia injustamente a las políticas demócratas.
La motivación de este proyecto de ley sugiere estrategias electorales más profundas. Algunos partidarios piensan que excluir a los no ciudadanos podría sesgar la representación a favor de los republicanos y desplazar el equilibrio demográfico hacia los blancos no hispanos.
Esta estrategia refleja el legado de Tom Hofeller, un notable estratega republicano que influyó en los esfuerzos de redistribución de los distritos.