De acuerdo con el jefe policial Kevin Davis, el ataque comenzó cuando uno de los agentes realizaba un control vehicular y un automóvil se detuvo de manera repentina.

Al aproximarse, el oficial fue recibido por un conductor que mostró una actitud inmediatamente agresiva, se negó a identificarse, advirtió que estaba armado y se negó a dar información del vehículo.

Ante esa situación, otros agentes acudieron al lugar. El sujeto, que llevaba un arma en una funda visible sobre la ropa, intentó desenfundarla pese a las reiteradas órdenes para que no lo hiciera.

Según relató Davis, las imágenes registradas por las cámaras corporales muestran cómo el hombre saca una pistola semiautomática, se recuesta en el asiento del conductor y dispara contra los oficiales ubicados del lado del conductor.

En ese momento, un tercer oficial, que observaba todo desde el lado opuesto del auto, respondió con disparos y logró neutralizar al atacante. El hombre fue trasladado a un hospital cercano, donde murió poco después.

Las primeras investigaciones indican que los dos agentes heridos no llegaron a disparar, ya que estaban intentando evitar que el sospechoso sacara su arma. Tanto sus cámaras corporales como las de sus patrulleros registraron el tiroteo.

"Estos oficiales están vivos de milagro", afirmó Davis. "El agresor intentó matarlos, y la reacción valiente del tercer agente fue clave para salvarles la vida".

Los dos oficiales heridos son veteranos de la fuerza con 18 y 19 años de servicio, respectivamente. El tercer agente tiene algunos años menos en la institución.

Davis agregó que el comportamiento del agresor era “inusual” y que se realizará un examen toxicológico como parte de la autopsia para determinar si actuó bajo los efectos de alguna sustancia.

Tras el tiroteo, las autoridades cerraron Majestic Lane, entre Lee Jackson Highway y Meadow Hill Lane, para llevar adelante las pericias correspondientes.