
El inicio del ciclo escolar estuvo marcado por la tragedia en el Bronx, Nueva York, tras el asesinato de Evette Jeffrey, una adolescente de 16 años que recibió un disparo en la cabeza mientras estaba frente a la Bronx Latin School.
El hecho ocurrió el lunes por la tarde y volvió a exponer la alarmante escalada de violencia armada protagonizada por menores de edad en la ciudad.
Según informaron las autoridades, todo comenzó cerca de las 17 horas, cuando Jeffrey, que circulaba en su scooter, se detuvo a conversar con alguien en las inmediaciones de una pelea callejera.
En medio del altercado, un niño de 14 años que había sido golpeado recibió un arma de fuego y disparó tres veces contra la multitud. Uno de esos disparos impactó fatalmente a la joven.
Un hombre intentó socorrerla y ponerla a salvo, pero la gravedad de la herida fue irreversible. Jeffrey murió poco después. El adolescente sospechoso fue detenido al día siguiente y permanece bajo custodia. La policía investiga cómo accedió al arma y no descarta nuevas detenciones.
La familia de la víctima, destrozada por la pérdida, la recordó como una joven solidaria, alegre y con el sueño de estudiar medicina. Su abuela, entre lágrimas, responsabilizó directamente a los padres del atacante: “Nunca los perdonaré. No importa cuántas veces pidan disculpas”.
Vecinos, amigos y compañeros improvisaron un altar con velas y flores en la entrada del edificio donde vivía la adolescente, como muestra de dolor y memoria por su vida truncada.
La comisaria de policía Jessica Tisch no ocultó su indignación: “Un joven de 16 años murió a manos de un joven de 14 años armado con una pistola. Estos son bebés matando bebés. Esto tiene que parar”.
Solo en lo que va de 2025, en la ciudad de Nueva York se han registrado al menos 28 víctimas y 17 agresores menores de edad en tiroteos, una cifra que refleja una tendencia en aumento. En el Bronx, las víctimas de tiroteos menores de 18 años ya se han triplicado en comparación con 2018.