VIDEO | Donald Trump busca responsabilizar a líderes militares por la retirada de Afganistán
En un movimiento polémico, el equipo de transición de Donald Trump ha comenzado a compilar una lista de altos oficiales militares estadounidenses que participaron en la retirada de Afganistán en 2021, calificándola de "vergonzosa" e "incompetente". Según informes de NBC News, este esfuerzo busca determinar si algunos de estos oficiales podrían ser sometidos a juicio militar, con la posibilidad de enfrentar cargos tan graves como traición.
La iniciativa incluye la posible creación de una comisión investigadora para analizar en detalle las decisiones tomadas durante la retirada. El objetivo, según fuentes cercanas al proceso, es identificar responsabilidades en lo que Trump ha descrito como "el día más humillante en la historia de nuestro país". A la cabeza de esta tarea se encuentra Matt Flynn, exsubsecretario adjunto de Defensa, quien lidera el análisis sobre cómo Estados Unidos entró en la guerra en Afganistán y cómo gestionó su salida.
Aunque el expresidente Trump ha condenado públicamente la retirada, tachándola de "humillación" nacional, persisten dudas sobre la viabilidad legal de los posibles cargos, ya que las decisiones militares se tomaron bajo las órdenes del presidente Joe Biden. Una revisión independiente en 2022, llevada a cabo por el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán, concluyó que tanto la administración Trump como la de Biden fueron responsables de la caótica retirada.
El contexto de estas declaraciones y acciones subraya la intención de Trump de buscar culpables en un episodio que marcó uno de los capítulos más controvertidos de la política exterior estadounidense reciente. Su elegido para ocupar el cargo de secretario de Defensa, el presentador de Fox News Pete Hegseth, también ha criticado duramente la retirada, destacando el ataque en Abbey Gate, donde murieron 13 militares estadounidenses y más de 170 civiles afganos.
A ocho años de su primera victoria presidencial, Trump regresa al escenario político con un discurso más enfurecido y centrado en la venganza, prometiendo medidas drásticas contra quienes considera responsables de las decisiones que, según él, han dañado la reputación de Estados Unidos.