Aunque el grupo ha sufrido duras derrotas en ambos frentes, sigue representando una amenaza latente, según reconocen autoridades militares estadounidenses.

"Hoy el secretario de Defensa ordenó la consolidación de las fuerzas estadounidenses en Siria", expresó el vocero del Pentágono, Sean Parnell, a través de un comunicado. No se precisó en qué zonas del país se realizará dicha reestructuración.

Durante este proceso, el Comando Central de Estados Unidos en la región mantendrá su disposición para lanzar ataques contra los restos del grupo yihadista, en línea con la política de "paz a través de la fuerza" promovida por el entonces presidente Donald Trump, agregó Parnell.

La ofensiva del Estado Islámico en 2014 motivó el inicio de una campaña aérea liderada por Estados Unidos, en apoyo a fuerzas terrestres locales. En Irak, esas operaciones estuvieron encabezadas por tropas de élite del gobierno; en Siria, por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por milicias kurdas.

Tras años de intensos combates, Irak declaró la derrota definitiva del grupo en diciembre de 2017. En marzo de 2019, las FDS hicieron lo propio luego de tomar el último bastión de EI en suelo sirio.

Pese a ello, pequeños grupos de yihadistas siguen operando en áreas rurales de ambos países. Hasta ahora, las fuerzas estadounidenses realizaban ataques selectivos y redadas para evitar que el grupo vuelva a reagruparse y recuperar terreno.