Kamala Harris, tras su derrota en la reciente contienda presidencial, ha optado por mantener un perfil discreto en público. Sin embargo, en privado, la vicepresidente ha instruido a sus asesores y aliados a no cerrar puertas sobre su futuro político, dejando abierta la posibilidad de postularse a la presidencia en 2028.
De acuerdo con información publicada por un medio especializado, Harris también estaría considerando competir por la gobernación de California dentro de dos años, su estado natal. En conversaciones con su círculo más cercano, ha enfatizado su determinación con la frase: "Sigo en la lucha", según fuentes que pidieron mantener el anonimato.
Este debate interno llega después de meses intensos en los que Harris pasó de revitalizar la campaña demócrata al liderar la fórmula presidencial, a enfrentar una derrota contundente en la noche de las elecciones. Fuentes cercanas indican que aprovechará las vacaciones de invierno para reflexionar junto a su familia sobre su próximo paso en la política.
En el corto plazo, Harris y su equipo evalúan cómo y cuándo posicionarse contra Donald Trump y reafirmar su relevancia dentro del Partido Demócrata. Como vicepresidenta saliente, tendrá un rol crucial al presidir la certificación de los resultados electorales en los que Trump salió victorioso y asistir a la toma de posesión del nuevo mandatario el 20 de enero.
Este nuevo capítulo marcará un cambio significativo en su carrera, ya que será la primera vez en dos décadas que Harris no ocupará un cargo público. Según el informe, planea establecer una oficina personal y mantener activa su considerable presencia en redes sociales, adaptándose a una vida política sin las responsabilidades diarias del gobierno.