“El 5 de noviembre nos enfrentamos a todas las fuerzas corruptas que estaban destruyendo a Estados Unidos. Les quitamos su poder. Les quitamos su confianza… y recuperamos nuestro país”, proclamó, mientras el público entraba en trance patriótico.

Por supuesto, no faltó la obsesión de Trump con el tamaño… de la multitud. "Este evento está lleno como nunca antes", se jactó, ignorando que cada año dice lo mismo, sin importar la cantidad real de asistentes.

Elon Musk al rescate: el magnate ahora dirige la "limpieza" del Gobierno

Si algo sorprendió en su discurso fue el protagonismo de Elon Musk, quien ahora encabeza el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un nombre que parece sacado de un meme, pero que en la administración Trump es una realidad. ¿El plan? Reducir el tamaño del gobierno con la sutileza de un huracán.

Sin embargo, la estrategia ha chocado con algunos jueces que, para desgracia de Trump, hasta él mismo nombró. Pero, claro, para el magnate inmobiliario todo es un triunfo, y presentó sus primeras semanas como una "victoria indiscutible", aunque los tribunales piensen lo contrario.

Deportaciones récord y "monstruos" en Guantánamo

Fiel a su estilo incendiario, Trump se jactó de haber lanzado "la mayor operación de deportación en la historia estadounidense", una de sus promesas estrella de campaña. Pero como siempre, no se conformó con eso y redobló la apuesta:

• Expulsión masiva de inmigrantes haitianos
• Pausa del “parole humanitario”
• Tropas en la frontera con México
• Y lo más delirante: enviar inmigrantes indocumentados ("monstruos", según él) a Guantánamo

Sí, leíste bien. Para Trump, la cárcel más polémica del mundo no está llena de terroristas, sino que ahora podría ser un centro de retención para inmigrantes.

Adiós USAID, hola ICE

En un giro digno de una novela distópica, Trump presumió que la sede de USAID (la agencia de ayuda internacional de EE.UU.) ahora será ocupada por agentes de inmigración. Porque, según su visión, ayudar a países pobres es menos importante que cazar inmigrantes en su propio territorio.

Y si todo esto suena demasiado, esperá a ver lo que viene en los próximos meses, porque si algo ha dejado claro Trump es que su imaginación para la política es más salvaje que sus discursos en Twitter.