El agente Cameron Crisafulli, equipado con una cámara corporal, paró inicialmente a Doorley por exceso de velocidad. La situación se intensificó cuando Doorley, a pesar de que se le pidió que se detuviera inmediatamente, se dirigió a su residencia alegando razones de seguridad debidas a la escasa densidad del tráfico en ese momento.

El vídeo difundido, resultado de una solicitud de la Ley de Libertad de Información por parte del Departamento de Policía de Webster, muestra una importante lucha entre mantener la autoridad y garantizar el cumplimiento de las normas.

Como muestra la grabación, Doorley se resistió a las instrucciones del agente Crisafulli. Sus acciones incluyeron rodear su garaje y su casa, junto con el uso de un lenguaje fuerte durante el enfrentamiento.

A lo largo de los 26 minutos de vídeo, Doorley reiteró con firmeza su papel como fiscal del condado de Monroe, dando a entender que su posición debía influir en el enfoque del agente.

Esta afirmación alcanzó su punto álgido cuando llamó al jefe de policía de Webster, Dennis Kohlmeier, argumentando que su sola identidad bastaba para asegurar que el agente no corría ningún riesgo potencial. Volvió a insistir en este punto durante una interacción cara a cara en la entrada de su casa.