Con el huracán Lee estacionado a unas 300 millas al sureste de Nantucket, en Massachusetts, los habitantes de Nueva Inglaterra y el este de Canadá se preparan este sábado para la tormenta que se aproxima, adoptando medidas preparatorias esenciales.
El pueblo de Bar Harbor, en Maine, está inusualmente calmado, con sólo dos barcos langosteros a la vista, en contraste con la visión habitual de 20 a 25 embarcaciones. Bruce Young, pescador local de langostas, aseguró su barco de 38 pies en el aeropuerto local, preparándose para las previsiones de vientos de hasta 100 km/h, una visión que califica de "bastante cautivadora".
Anticipándose a la embestida del huracán, los pescadores de langostas de South Thomaston han trasladado sus costosas trampas para minimizar los daños causados por los mares tumultuosos.
Dave Cousens, un pescador de langostas que ya sufrió una importante pérdida de aparejos durante el huracán Bob de 1991, subrayó a NBC News la importancia de esta medida preventiva.
Louise Fode, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional, advirtió de la posibilidad de olas de 4,5 metros a lo largo de la costa de Maine, y pronosticó erosión y daños graves.
También se prevén cortes de electricidad debido a los fuertes vientos. El este de Maine está bajo vigilancia de inundaciones repentinas, con predicciones de hasta 5 pulgadas de lluvia.
